Estimado Carlos,
Me presento, mi nombre es Gustavo A. Vernales y te escribo desde la ciudad de Neuquén. Soy ingeniero y también jugador de ajedrez.
He visto en la web tú magnífica obra “La Historia del Ajedrez Dolorense”, francamente me atrapó, no solo por su enorme valor histórico y periodístico, sino también por la manera en que la has contado, con valiosos recuerdos y la nostalgia en primera fila. Quiero felicitarte por ello.
Somos de la misma generación y de la misma época ajedrecística, soy de la ciudad de La Plata y me dediqué muchísimo al ajedrez en mis años del colegio secundario, entre 1971 y 1977. Comencé a mamar esta pasión gracias a mí tío Ramón Ballesteros, quien me enseñó a jugar ajedrez a los 8 años, más tarde con la llegada del genial Bobby Fischer a Buenos Aires a disputar el match con Tigran Petrosian, esa incipiente pasión por los trebejos pasó a ser incontenible.
Leyendo tú libro encuentro muchísimos puntos en común con tú vida de aquellos años, en mi caso el primer torneo de novicios jugado en el club Estudiantes de La Plata con 36 participantes, luego el mismo bichito que nos picó, y entonces los trebejos ya no lo podes abandonar jamás. Mi tío “Coco” para mí y la familia, y Ramón para el mundo del ajedrez tuvo muchísimo que ver con esto, el debe haber sido el portador del bichito y transmisor del sabroso veneno. Luego con 13 o 14 años vino el ascenso rápidamente en los torneos de categoría , desde la 4° hasta llegar a 1° en La Plata allá por el año 1975, y el Campeonato Argentino de Ajedrez Juvenil jugado en Tucumán en el año 1977. Más tarde, razones laborales y el comienzo de la Universidad me alejaron de la práctica activa del juego.
En tú libro aparecen muchos rivales de aquellos años, y un puñado de amigos que hoy son figuras consagradas como Carlos Garcia Palermo, Daniel Contín, Fernando Braga y Daniel Cámpora por citar algunos. En mi haber atesoró maravillosos recuerdos de aquellos años donde cómo en Dolores, en La Plata también había gente apasionada por el Ajedrez y que dedicó mucho tiempo de su vida a la organización de torneos en la Federación Platense, y en los clubes como el Club de Ajedrez La Plata, Estudiantes, Gimnasia, y el club Universitario. Luego la aparición del ajedrez fuerte en Berisso con gente también muy dedicada a la enseñanza del juego, como los ingenieros Goroyesky, y el amigo Rubén Vitali, ganador de aquel torneo de Novicios de mis comienzos. En fin… creo que podríamos estar escribiendo o hablando horas y horas sobre el tema.
Hoy me encuentro volviendo al ruedo, releyendo algunos libros, e informándome y jugando ajedrez a través de la web, y con ansias renovadas de jugar torneos muy próximamente.
Recibe un abrazo de mi parte y mis felicitaciones nuevamente.
Gustavo Vernales
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