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jueves, 18 de octubre de 2018

Falleció Héctor Silva Nazzari




Héctor Silva Nazzari  en el Campeonato Uruguayo de 1964


Torneo Internacional de Montevideo 1976, Héctor enfrenta al luego GMI Carlos Horacio García Palermo.

El 15 de octubre ppdo., falleció en Colonia del Sacramento (Uruguay), nuestro amigo, el Árbitro Internacional Héctor Mario Silva Nazzari. Se encontraba allí en ocasión el Campeonato Uruguayo Amateur, siguiendo con el cariño de siempre la actividad ajedrecística oriental. Tenía casi 80 años (*23/11/1938).
Supo editar el libro “Ajedrez Uruguayo (1880-1980)”, llenado un hueco que probablemente nadie podía hacerlo más que él, jugador, árbitro, bibliófilo destacado, y testigo de la actividad trebejística de medio siglo.
Yo lo conocía físicamente desde 1972, en ocasión del Abierto de Mar del Plata jugado en el desaparecido Hotel Scafidi en el que jugó junto a su hermano gemelo, Roberto. Recién tuve la oportunidad de relacionarme con él por email, compartiendo con fervor el entusiasmo por la historia, revistas, libros, posiciones, fotografías y viejas partidas.
En ocasión de una visita que yo hiciera a Montevideo, tuvo la deferencia de recibirme con dotes de gran afitrión en su departamento de la calle San Salvador, donde me exhibió su prolija y envidiada biblioteca; allí tuvimos charlas sobre el “tú” y el “vos”, convenciéndome que en la actualidad quizás sólo en Rocha se sigue imponiendo el tú. Curiosos ambos, nos ilustramos sobre el “uruguayismo” de las “pasivas” montevideanas. Declaramos nuestra predilección respecto de los libros de torneos, y no tanto de los de teorías. Canjeamos partidas “difíciles” entre charrúas y dolorenses, algunas revistas, otras fotocopias, varias fotos y tablas de certámenes.
Este año tuve el atrevimiento de ilustrar un torneo dolorense con una antigua imagen suya.
Me dedicó su libro, con un exceso que me ruborizó y, finalmente, elogió mi obra con abundancia: “…debo felicitarte por el trabajo de investigación que has desarrollado en el mismo. ¡Ojalá hubieran muchos personas como tú que salvaran del olvido la historia de nuestros países y ciudades!…”
Finalmente, hace muy poco, me informaba de un próximo viaje a Colonia, ciudad que amaba y le deleitaba visitar. Quizás fue, entonces, un buen final el que jugó nuestro amigo.



Más información acerca de Héctor puede hallarse en :


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