Se nos fue un grande

Para quienes nos iniciamos en el ajedrez competitivo en las décadas de los 60’s y 70’s la presencia de Osvaldo César Suárez, fue superlativa ya que era el motor de la actividad. Recordamos nuestra primera incursión a la sala del juego ciencia en el Club Social, donde nos atendió con deferencia y nos exhibió el material de juego, antiguos relojes altos de lata, modernos Garde, planillas de viejos torneos. Ver sus tenidas diarias con el Dr. Cambet era movilizante y nos sumó lentamente a la ronda de pretensos aficionados donde conocimos a algunos de renombre : Lencinas, Acuña, Brunengo, Facio, Tur…
Osvaldo ya había sido secretario en el antiguo Círculo en los 50’s, hasta que un repentino éxodo de ajedrecistas, diluyó la práctica a principios del ’56.
Fue un jugador agresivo y de ideas propias, sumamente peligroso y uno de los más fuertes de la zona, que supo recorrer con variadas representaciones locales y también dándose cita en los clásicos internacionales marplatenses.
Dotado de una gran iniciativa y confianza en sus fuerzas, hasta rebalsar de audacia, no había partida en la que se considerara haberse hallado en desventaja. Siempre se encontraba mejor en su fuero interno hasta que el adversario “ligaba” y le quitaba medio o todo el punto. Era el rey del optimismo.
En nuestra ciudad era reconocido como “el campeón” cuando lo conocimos, desde que en 1968 se impuso en el Torneo Sesquicentenario, delante de los mejores de la época, lo cual lo ubicó a la cabeza de los equipos dolorenses.
Defendió el cetro en duro match empatado ante Héctor Lencinas en 1970, pero no se pudo observar uno nuevo ya que no se jugó el siguiente y en 1972 volvió Osvaldo a imponerse en el Mayor. Al reavivarse el juego ciencia a fines de los 70’s, Suárez siempre se mantuvo en el alto nivel, entre los mejores de la localidad, ganando el 1er. Abierto del renacido Círculo en 1981 y varios zonales por quipos y olimpíadas dolorenses.
Siguió con presencia organizativa, presidiendo la entidad madre local en 1983 e integrando sus comisiones directivas y las de la Federación Regional. Volvió a encabezar la tabla en el Torneo Otoño de 1983 e integró el equipo regional en el Argentino por equipos de 1985 (Chapadmalal) y el local en el de 1989 (Posadas). Ganó el fortísimo Preparación de 1986 delante de Heredia Vidal, Lencinas, De la Canal y Fontana. Ganó el II Abierto Mingo’s y el Selección en 1987. En 1991 volvió a ganar el Abierto de Mingo’s. Su última partcipación local fue en 1999 en el Abierto de CSYAPBA.
Logró importantes empates ante los renombrados Claudio Amado y el futuro GMI Gerardo Barbero, venciendo a los jugadores de primera categoría Carlos Bulcourf, Mariano Grynzspan y Mauricio Vasallo.
Con una presencia ejemplar jugó todos nuestros Torneos Mayores (17) desde 1954 a 1990, 12 Abiertos Internacionales de Mar del Plata; intervino en todos (11) los Memoriales Cambet y en los 8 primeros Abiertos de la Confitería Mingo’s.

Suarito suspendió su última partida en posición inferior. Pero él se tiene fé.